Saturday, March 1, 2008

La Epopeya Poetica "El Gran Guerrero Señor de Huayllay" (By Dr. D.L. Siluk)

Spanish Version

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http://www.youtube.com/watch?v=b1DFKkXHWKY

La Epopeya Poética El Gran Guerrero Señor de Huayllay
Dedicado a: Los Mineros
de Cerro de Pasco y al Ingeniero Teódulo Quispe Huertas


1
La Llegada

Cuando el asedio y el asalto hayan cesado en Huayllay
y las tribus y cavernas caigan en fuego y ruinas,
y cuando toda la riqueza haya sido tomada, los familiares más nobles
quienes escaparon de la traición de la Multitud
del mundo bajo, debajo de las Grandes Sierras —
que aterrorizó su tierra, ellos volverán a casa.

Fue Saenea, quien fue encontrado por el renombrado rey;
y cuando este muchacho simpático fue encontrado, por este famoso rey,
él estaba bebiendo la sangre de los animales para mantenerse vivo.
El muchacho de sólo 10 años de edad había escapado del bloqueo, su familia, no pudo.
Gran pompa y orgullo, había dentro de su corazón y cabeza,
con tristeza y molestia, tales cosas extrañas dentro del muchacho.
Él poniendo sus manos sobre el pecho del rey, juró:
venganza con tristeza no dejaría su corazón.
Y él fue criado para ser un hombre audaz, para la batalla, y tales cosas;
y en su tiempo, como un joven, muchas maravillas los hombres habían visto:
pero de todo esto, los hombres escucharon, que un día él sería rey.

Así una maravilla entre los hombres él era, y diré
su cuento, porque él fue uno de los pocos que nunca tuvo temor a la muerte…
uno de los hombres más descontrolados, valiente él era,
así ligado a dioses se dice, pero él amaba sólo a Uno, al Verdadero.

Ciertamente, el rey tenía dibujos de arte fino en toda su cueva,
con muchas figuras terribles, animales nobles,
acompañados por mucha diversión, bailes y bebidas,
llenos de conflictos, y fantásticos dioses ebrios sobre tribus.
Porque en esta tierra de piedra y prados, los banquetes estaban llenos
la mayoría de los días y noches, con carnes, diversión, y alegría.


2
La Juventud de Saenea
Y el Gran Oso

!La juventud hizo que él se casara y despreocupara—aunque inquieto!
¡Y él tenía el carácter de un hombre joven—alegre!
Todavía su sangre joven, giraba en su cerebro, nunca se sentaba por mucho;
además la vieja clarividente— (quien lo conocía a él desde la adolescencia)
susurró en sus oídos: “Todo lo que ves está en mis visiones…”
lo que le complació a él descubrir (porque en orgullo él la había nombrado
a ella su consejera); aunque, ¡siempre inusitado de sus extrañezas!

Y así, llegó a pasar, derecho y severo este estuvo: el
Gran Oso, veintiún metros de altura, en el bosque de piedras;
orgulloso y cortésmente. El príncipe ahora sabía su desafío— ¿estaba en peligro?
Su vida en contra de la vida—, ¡cada uno permitiéndole al otro el primer movimiento!
Favor o fortuna, ambos más justos que costumbre, ellos estuvieron quietos.
Y con lanza plateada, y pancarta brillante del príncipe,
él enganchó esto en (con un empuje y lance) la columna del oso, subió
arriba a lo largo de su altísima espalda, con soga y pelo,
colgándose, gritando salvajemente—¡mientras su lanza perforaba y perforaba!

Pensamientos extraños y conmovedores vinieron, él había matado a las
más nobles de las bestias, que él alguna vez había conocido, y el más grandioso de todas las Sierras.


3
El Banquete
& la Maravilla

Cuando apenas el acontecimiento había terminado, la carne del oso
(una enorme cantidad) fue servida; pasada entre los ancianos de Huayllay,
con música y bailes costumbristas, canciones y risas, y bebidas;
por que el más poderoso había sido asesinado; el Príncipe, satisfecho hasta la saciedad.
Tan grande fue el banquete, los lados de la bestia y sus extremidades llenaron las barrigas de todas las tribus, y los ancianos proclamaron a Saenea una maravilla.


Ahora del banquete, no diré más, porque seguramente éste es obvio para uno y todos, el príncipe no deseaba más, y el banquete dado por
su padre el Rey, para otros. Porque todos los hombres estaban horrorizados en su cara,
y ahora el temor se mostrada en muchos, aunque un ligero rubor de Saenea.


4
El General Corazón Negro

Todo de negro él vestía, ropas y hombre: una piel ajustada y cerca a
su piel, pegada a él; una bata deslumbrante, recortada finamente, con
flecos, una capucha negra cubría su gruesa y amplia cabeza.
Largos mechones negros, oscuros ojos grises, hombros amplios,
(lujosamente, erguido—brillando con orgullo, sin zapatos él paseó)
Y vanamente todo el que lo vio sabía, que él era el bastón del rey,
General Corazón Negro, la mano derecha del viejo soberano rey,
(Sin embargo, él traicionó al rey por su verdadero y único hijo del rey…)
Y él vistió el sello del rey este día (robado), de oro brillante,
lujosamente expuesto con gemas—y en su recámara
realizó su complot asesino, con la bendición de su
verdadero hijo; y así, el destino del reino estaba por cambiar;
manchado por la sangre de dos corruptas manos manchadas.


5
Triunfar—A


Presuntuosa era esta, la gran pelea entre hermanos
ambos brillaron y centellaron con joyas preciosas, alistándose
para la batalla del rey—realizada en el Bosque de Piedras, dos rígidos
machos rígidos para pelear, en batalla rápida confrontada, por el poder,
por el poder de Huayllay, una pelea a muerte…muerte de piedra;
ambos estaban muy iguales pero Saenea, todavía hambriento; y con
su lanza plateada—él apuntó para matar a su arrogante hermano
(y así esto fue, ¡que el más fuerte triunfara…!)


5
La Gran Riña—B

“Haz como quieras”, dijo Saenea, a su hermanastro… (lo provocó)
“!porque tus dioses silenciosos nunca te escucharán, ni te honrarán …!
“Y te digo esto—ponlo en tu mente, te aconsejo—tú todavía vives,
“pero ten cuidado! El Único Dios, el Verdadero, talvez quiera limpiar su lugar
“porque muchos que han batallado conmigo, van más allá de muerte—: oh
“hijo de un Gran Rey, mira abajo, paredes enormes esperan, en el…el
“mundo bajo donde furia letal va incesante—, en todo ello.
“Allí ellos no tienen gusto por la comida—lo que tú realmente talvez ansiarás;
“porque ahora es sacrificio, sangre, ¡gemidos ahogados tú deseas! Pero
“tu padre envolvió mi corazón, no un día, ¡sino muchos, muchos!
“te dejo vivo, después de tu matanza odiosa, recuerda, y ve”

(El hijo verdadero, no escuchaba, y tiró tierra a sus ojos)

¿Y esto fue lo que a los corazones los empujó a pelear con furia…?
Saenea, el hijo adoptado del viejo gran rey, y el hijo verdadero.
Saenea, asestó un golpe, como una plaga fatal a las costillas del hijo verdadero,
él se movió cerca para atacar, todos los golpes a Saenea eran vacíos;
él se movió cerca para atacar, lo atacó de lleno en la columna y espalda,
rompiéndole profundamente sus músculos, cortándolos, huesos rotos
heridas abiertas con sangre; él se retiró, bravos asaltos todavía vendrían.
Sus puños y piernas eran como flechas veloces, esto lo derrumbó,
abajo, fuera del suelo, rápido, él arrancó su miserable
corazón de su pecho, saltó a sus pies, permaneció sosteniéndolo en alto…
“Escúchame…” él gritó, sus manos luchadoras ahora libres, “escúchame”,
en medio del ardor de la batalla yo recé, ahora está a mi lado—tu rey!”


Él mato al hijo verdadero, después con su lanza plateada por su costado,
aplastando la tierra como un toro, él se arrodilló al Dios del Universo.


Interludio


Los Juicios Pendientes

Y ahora Saenea que era un hombre, también disfrutaba placeres;
cortés él pudo ser, posesivo él era: justo y duro.
Bajo el cielo, todos lo vieron convertirse en un rey con fama,
y un rey muy orgulloso; sería duro nombrarlo,
pero un rey guerrero él era, quien no tenía temor a nada.
En batalla él no perdonaba vidas, fuera esta bestia o guerrero, —
digo a nadie pero sólo una, una mujer, quien se convertiría en su esposa.
Cuando él volvía de las batallas, fuertes clamores y llantos
anunciaban nuevamente, su arribo (gritos y manos saludando)
damas riendo fuertemente, perdidos en un loco gozo alegre, mientras
que la alegría era servida, y las maneras quitadas; y
las mujeres más preciosas allí, miraban con ojos de niebla.


6 & 7
La Gran Clarividente
Y el Tallado
De las Grandes Piedras


Y cuando el justo Huayllay fue gobernado por este rey maravilloso,
valientes y ancianos, y hombres bien criados, y mujeres celebraron—!
Y en este dominio nuevo, más maravillas despertarían
que en otra edad conocida desde los viejos tiempos; aunque
de todos aquellos aquí en el Bosque de Piedras, una finta del rey—
si alguna vez hubo, Saenea él más honrado, porque escuché,
a los hombres decir; — pero escucha, todavía un ratito más…

La gran clarividente, ahora ha perecido, y un hijo del rey nació;
este es un niño. “Sí” gritó el rey “… ¡hijo
del rey!” Después él grito al cielo, y a Dios,
al Único Verdadero, — él gritó y prometió mil
estatuas de piedras a Su Gloria. Y en la oscuridad de esta noche,
truenos sonaron, lluvia a cántaros…y la mujer a la que él
amaba grandemente…
murió.